miércoles, 7 de abril de 2010

Prieto y la Schola: ¿Declive o adaptación?

Escribe Andrés Oyola aportando más información y José Manuel Ruiz Marcos nos enlaza con el origen: 1938. Joséma de contralto, ensayados por Cirarda (luego Obispo), Prieto en ("con"?, "de"? "a"?) uniforme militar y, como meta "acabar todos al mismo tiempo". Primer experimento de "radiodifusión".... Sin duda la Schola tuvo que adaptarse más de una vez (ver estas cartas: >> )

3 comentarios:

  1. Bueno, la cosa se va componiendo. Quiero contar algo que vivimos los que de „pipis“vivió en la Schola, de contralto, en Octubre de 1938.
    No recuerdo que hubiera ese año concierto por Santa Cecilia.Las voces blancas estábamos bastante completas, a mi voz la ensayaba José María Cirarda, luego arzobispo de Pamplona.Las voces graves muy diezmadas, con muchos aún en los frentes de guerra. Nos dirigía, sin pretensiones pero con gran tesón, el P Delgado, prefecto de teólogos.
    Prieto llegó puntual para la Semana Santa..Vivimos con él el movimiento de signo contrario (años 66-70) al que ahora aludimos, fue entonces el de menos a más, cuando casi todo nos faltaba en La Cardosa, fueron las horas del resurgimiento, él treinta años más joven, con sus pros y sus contras.
    Sonriente y marrullero nos puso como meta final, después del único ensayo con él en Martes Santo que tratáramos al menos de „acabar la pieza todos al mismo tiempo“….Lo decía vistiendo el uniforme militar, venía de vivir la nada, la guerra, y allí con él empezamos de nuevo.Él nos mostró que creía en nosotros y así nos dimos con él a restaurar la Schola. Con otro compañero de ìnfima llené en la rectoral los sobres dirigidos a amigos y bienhechores invitando a la semana Santa. de 1939, recién acabada la Guerra. Lo sensacional del momento para los cantores era que se nos iba a oír ya en trocitos de España, porque la transmitía, (por vía telefónica, imaginaos), Radio Zaragoza. Nuestro Director nos exhortó a „acabar todos al mismo tiempo“ argumentando que antiguos alumnos estarían oyéndonos por radio, partitura en mano, controlando desmanes.
    José Manuel Ruiz Marcos

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  2. Aunque no nos conocemos, amigo Oyola, a los tres (incluyo en la terna a Joséma) "se nos nota el acento galileo", o sea, nuestra admiración por Prieto. En ese sentido, los tres tenemos un inconfundible aire de familia. Y aprecio mucho y me satisface compartir con vosotros ese parentesco. La mera enumeración de obras que consignas en tu escrito, me deja pensativo, "la mano en el mejilla", con una evidencia que se va abriendo paso en mi mente en blanco: realmente desconozco una parte muy extensa e importante de la obra de Prieto. Pero es que sois vosotros los que debéis dárnosla a conocer, como tú has empezado a hacer ahora. Y comienzo a entender que el planteamiento que yo proponía para orientarnos en el debate, no es un buen planteamiento. No se trata de "comparar" esas dos etapas creativas de Prieto. Son incomparables, por la sencilla razón (no tan sencilla) de que Prieto adopta en ellas dos concepciones totalmente distintas del papel de la música en las celebraciones litúrgicas. La música sacra de los años cincuenta, con su texto en latín, y sus complejas estructuras polifónicas, era una música de carácter sinfónico, con un protagonismo absoluto por parte de la Schola y un silencio reverencial e intimista por parte de los fieles oyentes. En esta segunda etapa ,que vosotros vivisteis, Prieto, por lo que veo en la sola enunciación de las obras, busca simplificar la estructura de sus composiciones hasta trazar unísonos, alternancias coro-pueblo, recitados...etc., dando así más participación a la "asamblea" En cada una de esas etapas Prieto busca cosas distintas. No son comparables. Sólo queda admirar lo que de hondo y sentido pueda apreciarse en esas composiciones, que todavía para mí son una incógnita, y eso es lo que espero descubrir cuando me sea posible conocerlas.
    Rafael Manero

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  3. Rafael Manero dijo...
    Puesto a enrrollarme, remato "dando una larga torera / sobre el mar y los arroyos" Así pues, tal como plantea el debate nuestro Secretario, ¿declive o adaptación?: la palabra sería "adaptación". Prieto adaptó su forma de componer a las exigencias de la reforma litúrgica. Esto llevaba consigo, una mayor sencillez en la escritura sobre un texto en castellano, un menor protagonismo de la Schola y una mayor participación del pueblo. ¿Podría ser éste el común denominador de sus composiciones en esta nueva etapa? Sería injusto el considerar esta nueva "manera" como un declive de su talento. El Otaño popular del "Es pura la azucena", delicadísima y muy bella melodía con un sencillo acompañamiento que enriquece todavía más su ya "rico pensil", es el mismo del gran Miserere a 5 v.m. Este sería el caso también de Prieto. Eso creo.
    Rafael Manero

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