sábado, 28 de enero de 2012

Miguel Eizmendi en el 29 aniversario de su fallecimiento

Hace unos días me  recordaba Ramón Cubillas que el día 29, mañana, se cumplen 29 años de la  muerte de un destacado miembro de la Schola: Miguel Eizmendi. Me enviaba un amplio artículo periodístico publicado en Boletín de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, tomo 66, n.º 1, 2010.
Miguel fue persona muy querida para sus compañeros de curso (Rafael Manero, Natxo Zurbano, Xabier Eruskin..) Y su paso por la Schola, desde que llegó a Comillas, ha sido señalado por muchos de los que coincidieron con él. Incluso nuestro decano JoséMa recuerda sus primeras intervenciones como solista.
Fue nombrado Miembro de Honor In memoriam de nuestra Asociación Amigos de la Schola Cantorum de Comillas, en la Asamblea Contituyente y ha sido recordado en este blog en numerosas ocasiones. 
En los próximos días dedicaremos varias entradas a su recuerdo.
Ver artículo citado >>
Ver publicado en periódico de Azpeitia >>

COMENTARIOS
 -Xabier Erauskin
 -Rafael Manero >>
 -José Manuel Ruiz >>
 -Agustín Rguez >>
Erauskin y Eizmendi en 1º Teología.
Xabier Erauskin
Era el veinticinco aniversario de la muerte de Miguel Eizmendi; con harto sentimiento no pude llegar entonces a tiempo al funeral en su Azpeitia natal. A pesar de todo creo recordar que, después, cenamos juntos con algún familiar (la hermana?), los del cuarteto (a partir de entonces incompleto; Xurbano, Manero y Paco Frías) y  entre otros Albistur, Aramburu, Gallastegi o Patxi Larrainzar Alí desgranamos recuerdos, musicales y humanos, de nuestro querido Miguel en una velada que recuerdo confusamente.
 
Miguel fue para mi y ante todo alguien muy entrañable. Llegó a Comillas con once años en setiembre de 1946. Yo también lo hice entonces. Lo recuerdo (en la nebulosa de mi mala memoria) con trazos desdibujados. Era el tiple solista por excelencia. Apoyado en el Padre Prieto, pienso que se refugiaba en la música para superar el shock de unos estudios y una convivencia dificil por sus problemas con el castellano que no dominaba (venía de un euskera familiar y tuvo que sufrir mucho por esa pérdida del entorno, tan sensible). Le tenía mucha simpatía y entendía esos problemas, aunque yp no supiera euskera entonces (vascuence decíamos). Le hicieron repetir curso lo que fue un acierto. El segundo año se integró perfectamente con los que llegaban. Era el curso de los del “cuarteto”, el curso en el que yo, en segundo de Filosofía me integraría igualmente, tras volver de un grave accidente que me tuvo medio año en una clínica. A partir de ahí, Miguel, convertido en una personalidad musical en nuestro ambiente, fue mucho más un cercano amigo al que admiraba y con el que compartía muchas cosas (paisanaje, ezpatadantza, vocación por el Apostolado del Mar, ilusiones o aquellas risas conjuntas con las que desdramatizábamos con canciones y letrillas ligeras la buena música  que se alimentaba en la Schola). Solo estuve un año integrado en la misma Schola (fue en Filosofía y cantaba en la cuerda de bajos con él). Después, en Teología “trabajé” en la Cabina de Transmisiones con inevitables contactos con la “sala de música”… donde estaba Miguel, en todas, desde cantor hasta director.

Nos ordenamos juntos con el espectacular (more PioXII) nuncio Antoniutti (de mal recuerdo para los vascos). Mas tarde la vida (Terranova, Madrid, el periodismo) nos separó. En mi quedaría, siempre el recuerdo de uno de los grandísimos amigos de aquel lejano, casi nebuloso Comillas. Me alegra dejar constancia aquí  del recuerdo de mi querido Miguel
Xabier S. Erauskin
PD. Te envío en el Drop, Alejandro, unas fotos por si crees procedente incluirlas

Carta de Natxo F. Zurbano:



Rafael Manero (hablando de Miguel Eizmendi en una de sus cartas)

Delante: Erauskin, Manero, Antonio Morales, Natxo
Detrás: Anaya, Oyarzabal, José Dominguez, Eizmendi
 ... Estábamos todavía en Comillas, y sin haberse asomado a ningún tratado de armonía, pero con una intuición certera de lo que era escribir para voces compuso una Ofrenda a la Virgen para una de aquellas Consagraciones que tenían lugar en el mes de Mayo. Le puso letra Natxo Zurbano y la cantamos "el Cuarteto". La otra obra es algo que él solía tocar, medio improvisando, en aquellos desvencijados pianos de las clases de Filosofía, y que nunca escribió sobre papel. Es una melodía de su invención a la que ponía un acompañamiento armónicamente muy rico y rotundo. Yo he tratado de reproducir de memoria aquel fragmento, escribiendo una armonización, seguramente menos acertada que la suya, pero que trata de evocarla. Las dos composiciones son muy breves, como muy breve fue su vida (cuarenta y siete años). Verdaderamente "Consummatus in brevi explevit tempora multa". Teniendo unas cualidades excepcionales para la música, sus superiores, por aquello de que "los caminos de Dios son inescrutables", lo mandaron a Roma a cursar estudios superiores de Latín, y él, "oboediens usque ad mortem", allá se fue a partirse el pecho con Horacio y Virgilio. Por eso, si piensas en ponerle alguna música de fondo, piensa en el "Christus" de Goicoechea y en el "Ecce quomodo moritur justus" de Victoria, que él nos dirigió en la Semana Santa del 59: "Ecce quomodo moritur justus et nemo percipit corde, el viri justi tolluntur et nemo considerat..." Ese texto parece estar escrito para él, siempre tan modesto y tan buena persona.
-Consagración (Eizmendi-Manero (ver. digital) >>
-In Memoriam (Eizmendi-Manero (ver. digital) >>
-Ecce quomodo (Schola Cantorum de Comillas 1961) >>


José Manuel Ruiz Marcos
Aniversarios commemorables terminan siempre con un cero o con un cinco, y héte aquí que el de Eizmendi termina en 9, por 29 años, como para testimoniar de un golpe que, tanto  en vida como en muerte, Miguel fue siempre  excepción.
Coincidimos en la Casona, él en ínfima, tanteando por los recovecos, no sólo del latín y el griego, sino hasta del castellano (su lengua natal era el eúskera), y yo en mi tercero de Filosofía y último en Comillas, perdido en los áridos intentos de la Escolástica por someter nuestras mentes a la inconcebible tarea de servirle, ante todo, de “ancilla" a la teología.
En aquel año de 1946-47 tuve muchos ratos, por raro que parezca,  cerca de Miguel. Más de una vez yo debí de apoyar mi partitura sobre sus hombros, él de tiple y yo detrás  en la primera fila de los bajos, en la bancada, sin  respaldos todavía, de la sala de música. Zona extraterritorial,  vivíamos  en perenne “fusión”, sin  la disciplinaria separación de clases, y él fue seguramente uno de los que me provocaron atrevidos: ”Ruiz, dá el DO de cerdo!” Ya entonces pude comprobar el liderato que su seguridad, visible y audible, junto con la predilección de Prieto, le prestaban al chiquilín dentro de su cuerda.
Tuve la delicia de oírle muy pronto como solista en mi ultima  Nochebuena de 1946, cantando el “A media noche y en un portal”, creo que con Ceballos ya de tenor. Pude admirar la beatífica sonrisa con que Prieto le iba dirigiendo entradas y matices. Como si supiera que aquel crío era ficha segura.(Quién no conoció la  mirada, entre irónica y de perdonavidas, de Prieto, cuando su hermano Luis o el entonces neófito pero ya muy en ascenso, Perico Aizpurúa, entraban al órgano en “fortissimo” con décimas de segundo por delante o por detrás, como si bajar Prieto la batuta fuera tan fácil como arremeter a dos manos con el coloso, metiendo registros, simultaneando dobles teclados y los pies presionando  sobre el pedal...)
Aquella Nochebuena fue la entrada solemne de Eizmendi en la excepción y Prieto el pregonero. Acarició el chiquilín nuestros oídos con el terciopelo de su voz,  la dejó aletear por entre las bóvedas como ingenua mariposa, más bella todavía porque vive sin darse cuenta de lo bella que es. Lo sentíamos así y por eso la dejábamos llegar hasta muy adentro en nuestras almas
En 1957 dirigió ya el concierto de Santa Cecilia. Cuando leí que en  1959, un año antes de su ordenación había dirigido, como alumno, la Semana Santa entera y me hice cargo  del enorme Programa, le vi ya muy anclado en lo excepcional, saliéndose de las normas. Se dijo y se comentó que fue el mismo Prieto quien le confió autoridad dejándole el encargo, y nadie cuenta que si él pudo hacerlo fue porque los miembros de la Schola  lo aceptaron. No hubo celos ni envidias en la pequeña aldea. Debió de ser porque Miguel parecía seguir sin darse cuenta de lo excepcionalmente grande que él era, siempre sin alharacas, sencillo, despreocupado, el ingenuo crío de once años, la mariposa aterciopelada de  su primera Nochebuena.
Mi sorpresa fue grande cuando leí que su Obispo (el navarro Pablo Gúrpide, por cierto con fama de conservador y enfrentado por ello en Bilbao con los sectores del clero más contestatarios contra el franquismo), en lugar de apreciar la excepcional hechura de Miguel para la Música, y recién comenzada su labor sacerdotal, lo destinara  nada menos que a especializarse en lenguas clásicas en Roma.  Influyeron en ese "destino" sus actividades musicales por dos años en el Coro de Cámara de Loyola y en la Escolanía de Azpeitia? Me imaginé lo que hubiera sido de Prieto si su superior Provincial, en lugar de destinarle a  estudiar cuatro años teología en Barcelona con los contactos musicales que lógicamente se siguieron, lo hubiera desterrado, “de communi”, al erial del Colegio Máximo en Oña. 
Me cuesta entender que Miguel no protestara. Seguía sin darse cuenta de su gran vocación? Prefirió la obediencia humilde? Hasta comulgó, tal vez,  con las reticencias del obispo, en ello similar a los Provinciales de Prieto por los  los años 40,  preñadas de suspicacia para andanzas ”mundanas” de “estrellas” musicales en sotana dirigiendo coros, programando conciertos y saliendo con foto en los periódicos?
Miguel murió a los 48 años. Querido por todos. "Aquellos a quienes los dioses aman, mueren jóvenes." Por eso, su excepción perdura. Y nuestro dolor, también.
José Manuel Ruiz Marcos


Agustín Rguez
Me adhiero,cómo no,a la conmemoración de ese 29  aniversario .Yo no mantuve tantas implicaciones
y convivencias con nuestro protagonista ausente,porque no participé de las complicidades que los nativos vascos mantienen y cultivan entre sí,como es natural.Fui su condiscípulo durante nueve años,y,resumiendo mi aportación a la efemérides,tengo que destacar una faceta de Eizmendi :su discreción y sencillez,que en él era compatible con unas egregias dotes musicales y humanas. La "importancia"de personaje sobresaliente, no se la daba él.Se la dábamos los demás. Él,parecía resignarse a aceptar  los elogios ,(el humo del incensario), que se le dirigían .
Me dio la mala noticia P.Frías,con quien por entonces tuve algunos encuentros.Como tengo la mala costumbre de traducir a verso los impactos de la vida,en un libro de versos que estaba a punto de publicar,no pude resistir la tentación de incluir una sentida "elegía" sobre aquella inesperada agresión del destino.
Un abrazo.-Agustín Rguez

lunes, 23 de enero de 2012

Carta de Mariano Albillos. Organista de la Schola.

Quiero felicitaros y agradeceros el trabajo que lleváis a cabo para mantener esta página web que tantos y tan entrañables recuerdos despierta en todos los que en Comillas nos dedicamos a la música (en mi caso, como organista durante los años 1953-1962)y tanto aprendimos y disfrutamos con la presencia del P. Prieto. Por ello creo que las críticas del "anónimo ocasional" están completamente fuera de tono y de lugar, tanto en el fondo como en la forma. En cuanto a la encuesta, mis visitas a la web tienen lugar, más o menos, cada mes o mes y medio. Recibid un sincero y cordial abrazo.
 Mariano Albillos

domingo, 22 de enero de 2012

Música y músicos comilleses: Pedro Aizpurua (4)

Nos los cuenta Pedro: «Yo tenía 17 ó 18 años… El padre Prieto me decía: –Mi­ra, ven conmigo a la sala de música –me ponía los discos– y vamos a escuchar los Nocturnos de Debussy. Y apagaba la luz, y nos poníamos a escuchar, con la partitu­ra delante. Yo quedaba paralizado. Re­cuerdo perfectamente ese fenómeno de fascinación... La in­fluencia del padre Prieto fue muy impor­tante en mi vida. Me introdujo, además, en el gusto por la disonancia, pero la disonan­cia atractiva y agradable y me decía, por ejemplo: ¿sabes de quién es esto?, es el co­mienzo de una obra de Strawinsky». Ver documento >> 
"Semblanza de Pedro Aizpurua". Juan Bautista Varela de Vega. (Publicado en Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción. Valladolid 2001 nº 36). Enviado por Ramón Cubillas
Y, como broche de oro, este "Ave María" >> ,en una línea más clásica, cantado por Jesús Aguirre, regalo también de Ramón Cubillas.

sábado, 21 de enero de 2012

Música y músicos comilleses: Pedro Aizpurua (3)

Composiciones publicadas: Ver catálogo >>
Partituras que ponemos a vuestra disposición  >>
Obras de las que podéis acceder a la partitura y oir una versión digital (Sibelius), en la página MÚSICA Y MÚSICOS DE COMILLESES de nuestra web:
 -Maite ditut >>
 -Bihotza >>

jueves, 19 de enero de 2012

Música y músicos comilleses: Pedro Aizpurua (2)


Aizpurua, Albistur y Manero en Inglaterra
 Como verás por el enlace de Internet (ver enlace de búsquedas >> ), es una figura "mayor" en el panorama de músicos comilleses. Sólo tengo de él dos obras, pero el elenco que figura en internet es de verdadero "respeto". Coincidimos en la gira de Prieto por Inglaterra a la que fue en calidad de organista. Te adjunto algunas fotos en las que aparecemos con él Albistur, Méndez (uno de los tenores del grupo) y yo que llevo el brazo en cabestrillo. Me lo rompí al poco de llegar a Inglaterra ...en un gimnasio de aquellos fantásticos colegios de Jesuitas, que tenían hasta sala de esgrima...
Como ves las cositas que componemos algunos son como juguetes frente a la potente imaginación musical de Aizpurua. Éste es, sin duda, uno de los “grandes” con un leguaje moderno de verdad que sin embargo no renuncia a sus raíces, recogiendo en gran estilo la emoción religiosa que nos viene del gregoriano. Sus comentarios tienen un trasfondo poético que alimenta su imaginación para disponer los sonidos, los timbres, el dramatismo de las voces. ¡Qué extraordinario!

Carta de Julián Morales Navarro

Tengo ilusión en participar en estos foros de la Universidad de Comillas, pues con gran alegría observo comentarios incluso de Profesores que tuve en su día en Ciudad Real como D. Angel Giménez de los Galanes, y al mismo tiempo quiero abriros las puertas de la Revista Cardosa Siglo XXI, para cualquier iniciativa, artículo, noticia o comentario, que lo podeis remitir a su director juan.manuel.villanueva@hotmail.com

miércoles, 18 de enero de 2012

Música y músicos comilleses: Pedro Aizpurua

Me decía Rafael Manero:
Sobre el tema “músicos comilleses”, en concreto Almandoz y Aizpurua, tu planteamiento es muy bueno: acompañar alguna partitura con alguna interpretación que merezca la pena. Lo que pasa es que la música de esos compositores es muy difícil de interpretar de forma convincente, y será casi imposible dar con intérpretes que la conozcan y la canten de forma que nos llegue a impresionar estéticamente. Es música moderna, instalada en la disonancia mucho más que la de Prieto, y si no se afina, resulta insoportable...  Creo que te comenté que su “Tenebrae factae sunt” lo cantábamos el “Coro Reducido”, y poniéndonos las pilas. Yo canté en varias ocasiones su solo de barítono, y reconozco que resultaba difícil navegar entre las voces sin tener las satisfacciones que dan las “consonancias”.  De Aizpurua he digitalizado ya su “Bihotza”, ... No tiene ni un solo acorde consonante y el ordenador es tan inexpresivo...
Vamos a ir publicando algunas obras de Pedro Aizpurua. Poco a poco para irle cogiendo el punto:
Cantata "Las Edades del hombre. El canto del leñador" >>

Al pinchar en esta imagen accedes a un cuadernillo 
de 11 páginas con información detallada del cd.


Nota: Agredecemos a Arcadio Fernández que nos haya proporcionado la grabación de esta obra de Aizpurua. En próximas fechas podremos disfrutar el resto de la Cantata "Las edades del hombre".

domingo, 15 de enero de 2012

ABESBATZA: Memorias de la Schola. Juan Vicente Gallastegui

Hace bastante tiempo que envié la traducción "pedrestre" y rápida de lo que contaba sobre nuestra Schola en el libro que me han hecho escribir (con motivo de la bodas de oro de la ordenación hace ya tres años).
Por fin, solventadas las dificultades "financieras" motivadas por la crisis, se ha publicado el libro.
Te envío esa parte referente a nuestro querido coro.
Si te parece publicable (al menos la traducción) en el blog de la Schola... Lo mismo que dejo en tus manos el pulir o no el lenguaje de la traducción, que buena falta le hará. La tradución, por definición, siempre resulta ser una traición. Y no digamos nada la tradución de lenguas tan dispares.
Un fuerte abrazo. J. Bicente Gallastegui      (ver texto >> )
Nota de publicación: Cuando leí por mi primera vez ese "al menos la traducción", pensé: "estos vascos...". Pero, ahora, al publicarlo, he pensado que el cariño  que demuestra Juan vicente por su lengua bien merece publicar el texto también en euskera. Así pues, sea en homenaje a los muchos amigos de esa tierra a la que tanto debe la música coral y la Schola.
Alejandro Rivas

viernes, 13 de enero de 2012

ENCUESTA

Estamos iniciando un nuevo año y necesitamos saber el número y periodicidad de las visitas que recibe este blog. En función de los resultados programaremos la nueva etapa.
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jueves, 5 de enero de 2012

Regalo de Reyes: "A media noche"

Querido Quinín, por tu composición tan inspirada, "No niño novo.."  para que te inspires más aún te dejamos el regalo que habías pedido: "A media noche y en un portal" del genial V. Goicoechea. >>
Melchor, Gasfael y Balteján

Posdata: a ver si a lo largo del 2012 aprendes a manejar los hipervínculos. Si no, ya sabes, el próximo año carbón.