martes, 26 de octubre de 2010
Diario de un seminarista "Juez y parte". Carta de Xabier Erauskin 25 oct. 2010
Abundando en el tema de las apariciones y desapariciones del Padre Prieto en Santa Cecilia, Carlos Muñoz recoge muy bien en ese estupendo libro que es "El eco de aquellas voces", su escapada a Japón en el 54 y su sustitución por el Padre Bernal en el concierto de Santa Cecilia del 54. La estancia del Padre Prieto en Japón con giras musicales (dirección en 24 concierto) se prolongó desde el verano del 54 a marzo del 55 en que volvió a Comillas para dirigir la Semana Santa. Estando Prieto en Japón le llegó el nombramiento como Profesor de Composición del Instituto de Música Sagrada de Roma a donde se trasladó el verano del 55. El concierto de Santa Cecilia del 55 lo dirigió Gregorio Azagra. De ambos conciertos de Santa Cecilia, el del 54 y 55, conservo su relación chapucera en los más que chapuceros diarios que escribía en pequeñas libretitas... (+)
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Leer los diarios de Erauskin es recibir es recibir un golpe de aire fresco en pleno rostro. Nos hace abrir los ojos a un mundo lejanísimo, pero que al mismo tiempo nos resulta familiar y tan vivo como vivos nos sentimos al recordarlo. Reconocemos el entorno, los personajes, las peripecias. Incluso, de vez en cuando, aparecemos por sus páginas y nos sentimos envueltos en esa mirada tan despierta, tan lúcida que además de descubrirnos cómo éramos, vistos desde fuera, nos ayuda a poner orden y concierto en el rompecabezas de nuestros recuerdos. Lo que aparece en esos diarios “va a misa”, con la ventaja de que el fino humor que todo lo envuelve, nos la convierte en una “misa encantada”. La ausencia de empaque, de artificio, de “pretensiones” hace que la lectura de estos diarios, por su frescura, por su espontaneidad, sea una verdadera delicia. Gracias, Javier, por lo que nos has dejado ver de esos prodigiosos cuadernos tuyos. Nuestra máquina de vapor, ya un poco fatigada, necesita como la de los hermanos Marx, hermanos tuyos muy queridos, "¡Más madera"! Rafael
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