Repasando la lista de socios, hallo que se encontraban en Comillas, allá por la primavera del lejano 1954, Muñoz Álvarez, Goicoechea, Abad, Frías, Erauskin, Agustín Rodríguez, Gallastegui, Zurbano, Azagra, Mauleón, Manero, Calvo, Giménez de los Galanes, Combarros, Albarrán y Centeno; dieciséis si no he contado mal y no he dejado ninguno fuera de la lista que estarían, si no todos, sí algunos de ellos en Roma con motivo del V Congreso Internacional de la Federación "Pueri Cantores".
Vaya para todos ellos este modesto regalo -texto salido de la pluma del P. Prieto y aparecido en el número de septiembre-octubre del 54 de la revista Tesoro Sacro Musical- que te adjunto. Espero los ayude a revivir una experiencia que seguro permanece viva en sus conciencias 56 años después.
Saludos,
Ramón Cubillas
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domingo, 19 de diciembre de 2010
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Pero,bueno, Ramón, ese "Tesoro sacromusical", manejado por tí con tanta precisión, nos está resultando una verdadera "Isla del tesoro". Ahora nos sirves en bandeja esa "perla cultivadísima" del P. Prieto, comentando a lo grandioso ese V Congreso Internacional de Pueri Cantores. Nosotros éramos ya mocicos (2º de Filosofía) y ya no fuimos considerados "Pueri". O sea que la mayoría de los que citas no estuvimos en aquel Congreso. Tal vez Combarros,más jóven que nosotros, que tuvo una maravillosa voz de tiple, fuera uno de los que fueron a Roma en aquella ocasión. Por lo que veo, fue esa una edición corregida y aumentada en grandiosidad respecto a la del año 52 en Zaragoza. A ese Congreso sí que asistimos varios de los que citas. Y tuvimos una experiencia digna de ser recordada "con una cierta sonrisa". Los días que duró el Congreso estuvimos hospedados tiples y contraltos en la Pensión Ambos Mundos, en la plaza del Pilar. Una tarde se nos ocurrió a toda una pandilla ir al cine de la Avenida de la Independencia a ver una película. En menos que canta un gallo, fuimos convocados en la Hospedería del Pilar y el P. Prieto nos dirigió un trágico discurso: le habíamos dado el mayor disgusto de su vida...etc,etc. Conclusión, fuimos castigados no recuerdo a qué. Tal vez a no salir de la Pensión sino para los ensayos. También entonces estuvo programada, como colofón, la actuación conjunta de todos los coros. Prieto subió al podio e intentó dirigirnos con su elegante estilo característico. Tuvo que desistir. No hubo forma de domeñar aquel mar tempestuoso. Terminó dirigiéndonos, dando puñetazos al aire, el mismísimo Monseñor Maillet.Veo, por la crónica firmada por Prieto, que esta vez resultó verdaderamente una interpretación grandiosa. ¡Laus Deo Virginique Matri!. Rafael Manero
ResponderEliminarNo era yo del todo ignorante de que nada pintaba un mocetón de Filosofía en un Crongreso de Pueri Cantores; sin embargo, ¿cómo poder calcular la edad en el 54 de quien, como por ejemplo Bailo, Calvo o Jiménez, sólo había permanecido en la Ponti cuatro, cinco o seis años? ¿Habría llegado a hacer la Filosofía y la Teología? ¿Sólo a hacer ésta? ¿Habría llegado a la clase de ínfima? Naturalmente, aunque no eché las cuentas -lo confieso-, alguno de los que incluí en la lista quedaría inmediatamente excluido como integrante de los Pueri. Por otra parte, como recordarás, Manero, coincidiendo con el “I Congreso Nacional de Pueri Cantores”, de Zaragoza, año de 1952, acudió la Schola a la ciudad del Ebro, en cuyo teatro Principal dio un concierto con obras de Prieto, Otaño, Phillip y Van Nuffel (ARCHIVO HISTÓRICO/Prensa. Años 1950-59, págs. 9-10). Pensé que tal vez a Roma hubiera podido acudir también la Schola, aunque malas fechas eran, o algunos “no puer”.
ResponderEliminarRamón Cubillas