viernes, 22 de octubre de 2010

"Nostalgias, y tal, y tal..." Carta de Agustín Rodríguez

Explorando por los"archivos del blog", por la sección de nuevos documentos recuperados, etc., etc., me he sentido impulsado a sumergirme, una vez más, en mis archivos comilleses personales. He compulsado, también una vez más, entrañables documentos,que impactan cada vez que se vuelve a ellos, por aquello de la nostalgia, y tal, y tal, y que tú,vosotros, estáis, y estamos, reviviendo.  Repaso los programas de Conciertos de Semana Sta... Conservo los de 1953,54., y alguno más, que ya veo recuperados en vuestro (nuestro) archivo. Reencuentro, hojeo, y ojeo, el concierto de Sta Cecilia de 1957, dirigido por Eizmendi. Me intriga una curiosidad, que seguramente sólo Rafael M., que lo sabe todo, podría satisfacer : ¿Dónde estaba en esa fecha el P.Prieto...? ¿Por qué se hizo cargo Eizmendi del evento...?  (+)

Rumarcos dijo...
Hola, nostálgico.A mí me revienta también a ratos esa desazón.
Creo haber leido en este blog que el P.Prieto en 1957 estaba en Japón.Pero sac erdotes y doctores tiene la Iglesia... que te lo confirmarán.
Un abrazo,solamente virtual,por aquello de la regla del Noli... por desgracias para tus nostalgias y las mías.
José Manuel Ruiz Marcos
Alejandro añade....
Agustín, gratamente sorprendido por las numerosas respuestas que ha conseguido tu carta (no sé bien si es por las preguntas por las nostalgias), voy a colocarlas todas ordenadas en la web, incluyendo la de Manero que, por su extensión, no ha entrado completa y me la envía por carta. En unos minutos estará disponible (+)

8 comentarios:

  1. Hola, nostálgico.A mí me revienta también a ratos esa desatón.
    Creo haber leido en este blog que el P.Prieto en 1957 estaba en Japón.Pero sac erdotes y doctpres tiene la Iglesia... que te lo confirmarán.
    Un abrazo,solamente virtual,por aquello de la regla del Noli... por desgracias para tus nostalgias y las mías.
    +José Manuel Ruiz Marcos

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  2. Ni afirmo, ni niego, ni tendré el atrevimiento de levantar mi voz para dar o quitar la razón a nadie, ni osaré alzarme como sacerdote o doctor cuando no paso de humilde turiferario, pero no puedo menos de apuntar aquí alguna cosa por si contribuyera a disipar las dudas de los amigos Agustín y Josema.
    Y es el caso que en la página 249 de “El eco…” de Muñoz Álvarez leo a propósito del P. Prieto que en 1954 andaba de “gira por diferentes ciudades del Japón” y, en la página siguiente, que “desempeñó la cátedra de Armonía en el Pontificio Instituto de Música de Roma (1955-1960)”. Más adelante, en la página 259, Muñoz Álvarez abunda: “Contribuyó definitivamente a este debilitamiento la relación que a partir del verano de 1954 había mantenido el P. Prieto con la Schola. Nuestro último curso, de 1954-1955, fue el de su gira por Japón, en el que volvió a Comillas sólo a dirigir la Semana Santa de 1955. Y de 1955 a 1960, el P. Prieto desempeñó una cátedra de Armonía en el Pontificio Instituto de Música de Roma, regresando a Comillas a dirigir la Schola únicamente en el Concierto de Santa Cecilia de 1956 y en la Semana Santa de 1958. Esos años fueron los propios alumnos los que ocuparon su tarima: Jesús María Aramburu Iraza; Gregario Azagra Plano, que dirigió el Concierto de Santa Cecilia de 1955; y Miguel Eizmendi Lazcano, los de 1957, 1958 Y 1959 y las Semanas Santas de 1957 y 1959. Con esto se consiguió mantener de alguna manera el estilo musical del P. Prieto. Pero la talla de su personalidad no podía ser suplida por la bisoñez de quienes ocuparon su tarima. En el Diario de la Schola de esos años se refleja bien lo que en esas circunstancias tuvieron que superar para mantener el espíritu del "que fue durante muchos años Director de la Schola, P. José Ignacio Prieto, S. J.", decía el programa de Santa Cecilia de 1955 dejando traslucir la sensación que tenían todos de que había finalizado una etapa en la vida de la Schola”.
    Así, pues, juzguen ustedes, amici.
    Saludos, que no contaminan,
    Ramón Cubillas

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  3. Una cosa más. Con respecto al Programa-Homenaje a la Virgen Inmaculada, de cuyo año duda Agustín, me pregunto si no sería el de 1954, declarado por Pío XII Año Mariano en toda la Iglesia, en conmemoración del centenario de la definición dogmática de la Inmaculada. Si así fuera, con el comentario anterior quedaría también resuelta esta duda.
    Lo dicho,
    Ramón Cubillas

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  4. Estás tan documentado,
    te veo tan enterado,
    que te creo a pies juntillas...
    amigo Ramón Cubillas.

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  5. Sé que no es este el lugar adecuado para lo que voy a decir, pero abusando de la bondad de Alejandro me atrevo a dejar unas líneas.
    Josema, ya que te asomas por aquí, ahora que está fresca la carta de Agustín y que corren los comentarios te hago saber, por si acaso lo ignoras -cosa que sería normal por el tiempo transcurrido entre un comentario y otro-, que el 11 de octubre incluí otro entre los referidos al episodio de Cachafeiro, aportando algo más a la historia.
    Manero, gracias por tus elogiosos palabras, que no merezco. Creo recordar que en alguna ocasión declarabas ignorar cómo hacer para que apareciera tu nombre encabezando tu comentario. Te sugiero que vayas al blog "Comillas 60 y pico", al que podrás enlazar desde esta página (encontrarás el enlace a la izquierda), y, una vez allí, en el archivo de septiembre encontrarás una "Ayuda para hacer comentarios" que ha dejado Alejandro. Espero que te sirva como me ha servido a mí.
    Saludos,
    Ramón Cubillas

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  6. Querido Agustín: "¿qué haces, en qué te ocupas, en qué te encantas?" Dices tener el programa de Santa Cecilia del año 54 "y alguno más". ¿No ves, cuitado de tí, que en el Archivo Histórico falta, entre otros, ese del año 54 y que, ya desde el principio, echamos un SOS a los cuatro vientos para que el que tenga algún programa de los ausentes ayude a completar la colección? Veo que el que más información ha aportado hasta el momento ha sido ese prodigioso investigador de nuestra historia y minucioso comparador de partituras y colecciones musicales que está resultando ser Ramón Cubillas. (Un cordial saludo, Ramón). Cuando comenzamos a publicar en el Archivo Histórico la colección de programas de Santa Cecilia y de Semana Santa, celosamente guardados por el padre de Natxo Zurbano, la idea era ir comentando los programas y subrayando la colaboración de solistas etc. La cosa se paró en el año 50 porque el trabajo ímprobo que ha supuesto para Alejandro toda la movida del verano màs la que se avecina para dentro de poco no ha permitido avanzar más. Pero, ya que ha surgido el tema de los sustitos de Prieto en el podium, me atrevo a endilgaros lo que más o menos estaba destinado a acompañar esos programas, y que tal vez resuelva alguna de las dudas planteadas. Mi indigesto "digesto" dice así:
    Bueno, el sistema de comentario no me permite tanto texto. Ya os lo hara llegar de alguna forma Alejandro.
    Rafael Manero

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  7. Ramón, claro que leí tu documentada versión (11 de Octubre) de la vida y milagros de Isolino Cachafeiro.Te lo admito todo y sin reservas, pues estás en contacto con una documentación que yo no poseo.Sin embargo, me resisrto a que Isolino nos lo hubiera fingido en alguna manera.No sólo en el púlpito del refectorio, le traté también por mi cargo de “sacristán” del aula que hacía esquina en la “chocolatera”(el tránsito de los obispos) con unos seis altares cuya custodia y servicio me fue encomendados pues me tocó racionarle el vino de misa en cantidad no sospechosa ni desalmada pero tal que gracias a mi aduana pudiéramos celebrarlo al atardecer en en el Monte Tabor o en Peñaredonda; charlamos mucho con él en grupitos y le considero tan genuiino que más bien me inclino a creer en una errata de Unión Fraternal o de alguno de tus documentos.Dejémoslo todo en paz.Acepto tu documentada versión y me alegra por lo menos haberte dado ocasión de recoger para la posteridad, si es que la habrá, cosa que a veces dudo, nombres y fechas.Quién le iba a decir a Cachafeiro que setenta años más tarde nos íbamos a ocupar de él, de su vida y milagros.
    José Manuel Ruiz Marcos

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  8. Pues vaya una nota más al hilo de las intrigas de Agustín, aunque ésta no sea más que meramente curiosa.
    Responde Manero, en la carta que Alejandro nos deja para su lectura junto con el resto de los comentarios, entre otras noticias de provecho:

    "El concierto de SANTA CECILIA de ese año 58 tuvo que ser aplazado por causa de una epidemia de gripe que afectó a más de 300 alumnos. Según consta en el programa, el concierto se celebró el 5 de diciembre bajo la dirección de Miguel Eizmendi".

    Curioso, ¿no? Pues a santiguarse y a decir con el autor inspirado "Nihil sub sole novum" y lo que sigue. Porque veintinueve años antes había sucedido lo mismo. En el número de la "Unión fraternal" correspondiente a febrero de 1930 escribe el canonista Aniano Abad, que para tal revista es el encargado de la Crónica del Seminario:

    "En cambio la fiesta de Santa Cecilia presentó este curso una nota negativa inaudita: la de no haber obsequiado a la Santa Patrona de los músicos con el clásico concierto. Se reservó por causas que saben los músicos para el día 5 de Diciembre, omomástico del Reverendo Padre Rector".

    Definitivamente no hay más que decir sino añadir lo que dejamos en la cita de arriba: "... Nec valet quisquam dicere: Ecce hoc recens est;/Iam enim praecessit in saeculis quae fuerunt ante nos".

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