Concerto Sacro 2012
Coro Clásico de Vigo
Director: Joaquín Carvajal
Nos escribe Joaquín Carvajal sobre varios temas que, sin duda interesan. Nos cuenta sus impresiones sobre la Cantata de Aizpurua. Añado sus comentarios a la entrada correspondiente de modo que se sume a las ya publicadas ( >> ). Nos habla también de las obras de Almandoz que recuerda de sus tiempos de cantor de la Schola "...Recuerdo haber cantado de él una armonización de Urrundik, cuya partitura sin duda tendrá Natxo y del Canto de Arriero" y del Concerto Sacro 2012, cuyo programa puedes ver en detalle pinchando en la imagen. Finalmente, pide a los amigos del "Fernando Remacha" que publiquen también su programa para que no le dejen "solo ante el peligro". Gracias Joaquín por tu colaboración.
Joaquín, mis deseos de éxito para la interpretación de los conciertos con un programa tan atractivo.
ResponderEliminarMe gustaría oir en particular alguna pieza de la Misa de Xoán Montes, compositor para mi desconocido. A ver si la podemos oir a través del Blog.
Arcadio Fernández
Querido Arcadio. Gracias por tu interá y tus ánimos para mi Coro. X. Montes es conocido especialmente por su Negra sombra, la célebre melodía sobre el no menos célebre poema de Rosalía. Pero compuso mucha música oara coros, bandsn abrazo. Joaquín.
ResponderEliminarMuchas gracias Joaquín por darme a conocer a Xoán Montes como autor de la canción Sombra Negra, tan bellamente interpretada por Amancio Prada y Luz Casal, entre otros muchos. Como narra la carátula del CD "A Irmandade das Estrelas" de Carlos Núñez, "posiblemante la canción más emblemática de la música gallega, fruto del perfecto enlace del poema de Rosalía de Castro con un alalá que el propio compositor Juan Montes recogió en A Cruz do Inicio y presentó en el Gran Teatro de la Habana en 1892".
ResponderEliminarDa gusto descubrir a la edad de la jubilación que uno tiene hermanos mayores que nos enseñan y entretienen (JoséMa, Xabier, Rafael..).
Arcadio Fernández
Encantado, querido Arcadio, de que me consideres tu “hermano” y de que el palique que mantenemos de vez en cuando, la “hebra que pegamos” a cerca de “omni re scibili”, nos sirva de distracción y provechoso entretenimiento. A propósito del Negra sombra de Montes, composición llena de melancolía, de “saudade”, de misterio, tiene Otaño una genial “re-creación” armónica, para la que pidió, según consta en la partitura, los permisos pertinentes a los herederos del compositor Sr. Montes, y que cantamos repetidas veces en la Schola. La partitura de Otaño la tenemos en el apartado PARTITURAS y su interpretación, muy buena y emocionante, en una versión digital que hizo Gregorio Azagra y que podemos oírla en AUDITORIUM, pinchando en el friso superior donde constan las “versiones digitales”. Un saludo. Rafael.
ResponderEliminarRafael, para facilitar tu invitación he puesto en la página MÚSICA Y MÚSICOS DE COMILLAS los enlaces a la partitura de Otaño y la correspondiente versión de Azagra que, como bien dices, emociona.
ResponderEliminarRosalía Otaño.
ResponderEliminarPerdonadme si desbarro, pero es que tanta belleza, tanto Misterio en letra y música “no se pué aguantá”. Sea dicho con esa expresión que parece un reproche, pero es el mayor elogio que puede encontrar una lengua tartamuda. Y es que la impresionante letra de Rosalía, con todo su Misterio, ha encontrado en la melodía de Montes, con la suprema melancolía en la que la sumerge la armonización de Otaño, un poder de conmoción “que no se pué aguantá”.
Nos dice Antonio Machado que “el alma del poeta / se orienta hacia el misterio” y que sólo él es capaz de mirar lo que está dentro del alma “en turbio y mago sol envuelto”. Rosalía ve ese Misterio de la existencia, como una “Negra sombra”, que a veces parece que se burla de nosotros, pero que nos atrae con una fuerza irresistible: que “en todo estás e ti ês todo / pra min y en mi mesma moras (que nos envuelve y que está dentro de nosotros mismos) /nin me deixarás ti nunca / sombra que sempre m’asombras”. Y trata de hacérnoslo ver y nos dice que esa “Negra sombra”, ese Misterio, que nos sobrecoge y nos deslumbra al mismo tiempo, es “o mesmo sol”, “a estrela que brila”, “o vento que zoa”, “o marmurio d’o río”, “a noite”, “a aurora” ¿os suena?: “Mi Amado, las montañas...”, “los ríos sonorosos... / el silbo de los aires amorosos”, “la noche sosegada / en par de los levantes de la aurora”...Me da la impresión de que, ante el Misterio que rodea la existencia, se producen dos experiencias interiores que parecen hermanas gemelas, aun cuando se quiera pensar que están muy distantes una de otra: la experiencia religioso-mística de San Juan y la poética de Rosalía (sin duda, la nuestra de pobres mortales). Y todo esto, bañado en esa suprema melancolía que desprende la armonización de Otaño, y que sin embargo nos serena. Ya digo, es que “no se pué aguantá”