Hoy se cumple un mes desde que os pedí (en realidad dije “te ruego…”) que me comunicarais de modo expreso la frecuencia con que visitáis el blog y la web a la que va asociado. Y ya tenemos los resultados: Han llegado 26 respuestas. Con ellas y con la información, absolutamente fiable, que manejo podemos saber que al menos 30 amigos y amigas visitamos el blog semanalmente (la mitad a diario y,, de ellos, algunos varias veces al día).
Por los datos que proporciona el servidor de internet, puedo saber también que se producen otras 10 visitas diarias de personas no identificadas.
Para mí, al menos, estos datos significan que merece la pena mantener vivo este proyecto y os puedo asegurar que hay material de interés para seguir seguir aportando contenidos durante mucho tiempo.
Sin embargo se constata un déficil muy notable de comunicación. En varias ocasiones he advertido que nuestro objetivo no es construir un valioso almacén de contenidos sino una plataforma de comunicación en la que los comentarios tangan tanto peso como los documentos. Esto es lo que da vida al blog. El hecho es que yo recibo diariamente cartas que serían de gran interés para todos pero, lógicamente, no lo puedo hacer sin el permiso correspondiente porque veo que no es ésa la intención del remitente.
Quizá el nivel y grado de formalidad de los comentarios que están apareciendo “inhibe” la esponaneidad de quienes estarían dispuestos a hacerlos a un nivel menos elaborado. Tenemos que conseguir ese objetivo. Sin él, el proyecto se paraliza. Y para provocar un poco a los “perezosos” utilizaremos un ardid: Demorar la publicación de nuevas entradas hasta que la anterior no tenga, al menos, 2 comentarios. Veamos si da resultado.
Ah! y gracias por responder.
Alejandro Rivas
Me encanta en esta ocasión ser el 1º en poner mi comentario, aprobando por completo tu iniciativa. Yo muchas veces postpongo mi comentario por pereza o falta de tiempo o por dejar paso a más reflexiones y luego se hace un poco cuesta arriba el hacerlo. También puede suceder, como me ocurría a mi hasta hace poco, que haya personas poco expertas en el manejo de esta procedimiento del URL, etc.. Tus ánimos, Alejandro, nos dan ánimos a muchos. Un abrazo.
ResponderEliminarNo puedo estar más de acuerdo contigo Alejandro. Soy un visitante-anónimo-inhibido-espóntaneo y que para nada le gusta "elaborar" lo que se escribe en un blog, donde debería primar la espontaneidad màs que la sapientia de dos o tres màs o menos que seguro pasarán años bisiestos delante del teclado para que no se les escape una tilde, acento o anacrusa, qué màs da. Pero esos doctos-obispos, "acojonan" a los plebeyos que como yo, no hemos estudiado Filosofía, ni Theolo-gía, ni Derechocanonico (perdón-perdí la tilde). Así, que repito, viva tú y los que escriben, como yo, sin mirar al teclado, igual que si estuviera tocando el piano, es lo mismo, en ambos casos no necesito mirar, para tocar o escribir medianamente. Amen.
ResponderEliminarNota: nunca repaso lo que escribo, un blog es como una conversación más o menos, o debería serlo.
A ver si nos entendemos, querido Anónimo, trataba yo de estimular "la esponaneidad de quienes estarían dispuestos a hacerlos a un nivel menos elaborado". Yo sí respaso lo que escribo y hago lo posible por transmitir lo que pretendo, aunque no siempre lo consiga. Animar la aportación de comentarios menos elaborados no significa preferirlos a los que, gota a gota, disfrutamos actualmente. Menos aún, renunciar a ellos. Las aportaciones documentales de Arcadio y de Ramón, la sensibilidad de los escritos de Xabier, JoséMa, y los comentarios musicales de Rafael, aunque a veces nos queden un poco "grandes" (sin cielo no habría un horizonte de referencia)son la esencia del blog. Sin ellos el cierre sería inevitable.
ResponderEliminarPor cierto, te vuelvo a rogar que superes la modalidad del "pellizco" y, aunque no mires al teclado ni repases, dediques tus comentarios a los verdaderos contenidos del blog. Y, ya que no te animas a identificarte, adoptes, siquiera, un nick (pseudónimo lo llamábamos en nuestros tiempos).
Alejandro, gracias por el honor que me haces al incluirme como contribuyente en lo que a tu entender constituye la «esencia del blog». Yo no me hubiera colocado tan alto. Total, por colaborar a llenar el almacén con cuatro cosillas de valor y alguna que otra quincalla…
ResponderEliminarY tras los agradecimientos debidos, a otra cosa. Pensé, al leer el comentario del amigo visitante-anónimo-inhibido-espontáneo, que no había entendido tu escrito y que tal vez hubiera en él alguna renuncia a tan sabrosos y de enjundia comentarios, «elaborados» o no, como podemos leer a cada paso, aunque con menos frecuencia de la deseable, en el blog. Me alegro, pues, de que le hayas aclarado tus ideas al no-filósofo-no-teólogo-no-canonista, de otro modo al sí-latinista-que-escribe-sapientia-theologia-gía-y-amen (sin acento ortográfico para que se note que pontifica en la lengua de Cicerón). Lo que encuentro superfluo es que le expliques eso de que nick vale tanto como seudónimo: un hombre que, cuando quiere negar radical, enfáticamente, emplea «para nada» está puesto al día en artes internáuticas lo suficiente como para no necesitar esas aclaraciones.
Por último. Ya ves qué guapamente puedes seguir con nuevas entradas, que esta última ya anda por los cuatro comentarios.
Ramón
Hombre, Ramón, cuatro son, efectivamente, pero son lo que podríamos llamar, por analogía, "metacomentarios". O sea, que ni de Comillas, ni de la Schola...
ResponderEliminarVerás, yo estoy deseando dar salida al género que tengo acumulado (Aizpurua, Almandoz, Otaño, Manero...) pero es que nadie va a decir ni mu sobre esa sorprendente Cantata que acabamos de dar a conocer? Tenga sus "al menos" dos comentarios, aunque sea con carácter retroactivo.
Y una cosa más para el bueno de Joaquín Carvajal: Hace unos días -7 para ser exacto- nos contaba, a algunos de nosotros, en carta personal (a él me refería en su momento) por supuesto, comentarios super-mega interesante, nos hablaba de sus proyectos musicales para el concierto Sacro de este año.. Decía, digo,-me permites, Joaquín?- "Como estamos en Galicia, he escogido la "Missa in honorem Sancti Iacobi" de Xoan Montes, al que sólo se le conoce por su "Negra sombra" y poco más. Resulta ser una obra totalmente romántica en la linea de Mendelssohn, salvadas las distancias, con hermosos pasajes a veces populares, a veces de gran lirismo...". Cuando me llegan cosas como estas me pregunto: Por qué no se las querrá contar a los demás amigos? Dime, dinos, Joaquín, por qué no nos las cuentas? Si me autorizas yo convierto tu carta en una entrada. ¿Cómo lo ves?
Querido Alejandro: lo veo bien y te autorizo a todo lo que juzgues conveniente para el blog, que es el "alma" de nuestra Asociación. A estas alturas creo que todos tenemos constancia de tu exquisitez y pericia para llevar el blog. Sí que pensaba y pienso enviar el programa, cuando lo tenga a punto, pues de momento lo estamos completando. Un abrazo.
ResponderEliminarAy, anónimo, no te entiendo por qué tratas tan mal a los que escriben en el blog, llamándoles amanerados, exquisitos,frente a tu sencillez, tu espontaneidad,tu perfección, tu dominio: no relees lo que escribes.Pues yo sí, mira, por respeto a los lectores...Permíteme, excepcionalmente, responderte en tu lengua de trapo, sintonizar con tu talante.
ResponderEliminarAy, anónimo, que usaste la lanza para "pinchar" en nuestro blog, Tu silencio ya me había preocupado, aunque nada tendría de particular que este atrevido manolo se me hubiera ahogado, falto de respiración, tapándose como se tapa, por mor del anonimato, con jubón, visera y cimera en paso de lanza a caballo de lucha medieval. Aparte de que el artefacto, sincronizando con tus hazañas de cruzado, te caiga muy bien, dime, te lo quitas, por lo menos la visera, para ir a la cama? y desde luego el barbote, por si se presenta una ocasión no de morder, sino de besar? No estorban, trastos así, para hacer el amor? Cómo se desnuda un anónimo, suponiendo que se desnude "ocasionalmente", se despoja al menos del yelmo para respirar? O sigue temiendo desanonimarse en sueños ante angelitos curiosones?
José Manuel Ruiz Marcos