Ya que hemos empezado a hacer público el material de que disponemos de la correspondencia entre Otaño y Prieto, no estará de más aportar algunos otros fragmentos.
Traslado aquí las impresiones, mejor, juicios de Otaño sobre el padre Prieto, sin omitir algún otro aspecto que entra en lo más cotidiano y humano. Como se podrá ver, sin desmentir la caracterización que Manero hizo de Otaño y que se desprendía, igualmente, de la selección de textos del propio jesuita que leímos anteriormente, aparecerá aquí la otra cara del padre, mucho más atractiva, mucho más bondadosa. Están tomados de la ya referida carta del 16 de febrero de 1934. Vaya, pues, adelante la semblanza del padre Prieto artista. (Ver documento >> )
Ramón Cubillas