Una nueva colaboración de Federico de Carlos sobre el tema de la solemnidad en la liturgia:
El Coro de la Capilla Sixtina: Voces que elevan el espíritu en la liturgia (+)
Como bien dices, Carlos, el tema engancha. Más, incluso, que lo que llega al blog. Verás, empezando por mi mismo, que estoy deseando "meter baza" en el asunto. Y, adelanto, que será discrepante. Soy de los que pasó de los grandes clásico a Lucien Deiss (del órgano a la guitarra) y no decayó mi ánimo. Eran amores distintos.
Me sumo al comentario de Rafael: la clave, más que el sentimiento religioso, es el placer estético.
Y, además, animo a entrar en el debate a quienes lo perciben como un asunto de especialistas. En modo alguno, creo yo. La liturgia, la estética, el sentimiento religioso, el uso del latín, Trento y el Vaticano II...todo eso puede ser asunto de especialistas. Puede serlo. Pero de quien realmente es, sin puede, es de todos y todas las que se sientan afectados. Es decir, también es cosa tuya. Es cultura, ¿o no?
miércoles, 13 de enero de 2010
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Al leer la colaboración de Federico de Carlos me he trasladado con la imaginación al Pilar de Zaragoza y a su coro de Infanticos. También estos tenían su Colegio-Residencia donde estudiaban música y, a la vez, los cursos correspondientes a su edad en la enseñanza obligatoria. Estaba en la calle Jardiel,junto a la casa de nuestros tíos, separado del Pilar por esta calle en la que el viento se nos llevaba cuando soplaba el moncaino. Durante muchos años, nuestro tío D. Juan Azagra fue su maestro de capilla y, nuestra relación con ellos fue continua y entrañable. Pilar.
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