Durante los meses de Noviembre y Diciembre hubo tal cantidad de cartas y documentos que no fue posible administrarlos con el debido detalle. Ahora, con el nuevo año, entramos en una fase más tranquila en la que podremos recuperar información de interés a la que no logré atender debidamente.
Esta es una carta de Federico de Carlos, de fecha 16 de Noviembre y dice:
"...he encontrado este archivo y he pensado que podría colgarse en nuestro blog de la SCHOLA por los "ecos" que indudablemente suscitará en todos nosotros, y por la invitación ìmplícita que se adivina a fortificar una solidaridad "polifónica y polifonista" de los que, dispersos por la vida, seguimos con la permanente nostalgia de aquellos cantares de Sión...
Federico de Carlos (ver documento La Gran Polifonía Romana retorna)
miércoles, 6 de enero de 2010
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Un documento muy interesante aportado por nuestro Federico de Carlos. Conocía a Bartolucci y su gran dominio de la polifonía palestriniana. La imagen de Bartolucci era muy conocida en todas las transmisiones del Vaticano. Me gustaría, Federico, que nos contases la historia de la "retirada brutal de la dirección del Coro" a la que se hace mención en el documento. Gracias por tu interesante aportación.Gregorio
ResponderEliminarEsta tarde he intentado poner un comentario y no lo he conseguido. No sé por qué. Más o menos decía lo siguiente:
ResponderEliminarMagnífico rescate, Federico y Alejandro. Verdaderamente es una buena nueva, después de la desolada travesía del desierto musical en la Liturgia. De Bartoluchi, muy valorado por Prieto, interpretamos en aquel entonces su "Jesu, dulcis memoria" y su "Regina coeli, laetare". Esta última obra la hemos interpretado hace poco en el coro que dirige Natxo Zurbano, Coro Fernando Remacha de Tudela. En esas composiciones Bartoluchi hace cantar a una de las voces la melodía gregoriana, como "cantus firmus", mientras los otras voces despliegan un brillante contrapunto. Así consigue Bartoluchi una grandiosa síntesis en la que están presentes el Canto Gregoriano y la Gran Polifonía.
Como veo que esta vez he acertado a poner el comentario, voy a concretarlo un poco más. El "Jesu, dulcis memoria" de Bartoluchi (mejor, Bartolucci) lo interpretamos en la solemne Vigilia Pascual Pontifical de la Semana Santa de 1958. Como verá el que leyere el programa, cuando le llegue el turno de aparecer en el blog, en el apartado "Archivo histórico", en la Comunión de esa solemne Vigilia Pascual se interpretaron las siguientes obras: Fantasía (órgano) Guridi. "O sacrum", a 4 voces graves, de Heckenlively. "Jesu, sulcis memoria" a 5 voces mixtas de Bartolucci. "Domine non sum dignus", a 3 voces iguales, de Iruarrizaga. Pastoral (órgano) de Vierne.
ResponderEliminarGregorio: Yo no tengo un conocimiento documentado del "asunto" Bartolucci, pero la impresión es que, con la orientación de la música litúrgica subsiguiente a una interpretación, a mi juicio populachera, que no popular, de su reforma por el Vaticano II, se empezó a desarrollar, también en el Vaticano, una verdadera furia antipolifónica que no podía por menos que afectar a alguien como Bartolucci que, en honor a la verdad, gozaba de una intensidad barroca(primo hermano en esto de nuestro Prieto)en su puesta en escena músico-coral que, unida, por lo que se dice, a su pésimo carácter y a un notable reaccionarismo ideológico de carácter general,le terminó enfrentando con el "aparato" -litúrgicamente correcto- del momento que logró echarle a las tinieblas exteriores hasta hoy que, ya anciano pero en no mala forma, puede sentir algo más de calor gracias a un papa entendido en música y...en liturgia. Estoy seguro que de todo esto tiene que saber mucho más Antonio Pelayo. Uncordial saludo a todos,
ResponderEliminarFederico de Carlos
Amigos Gregorio, Rafael, Federico, vuestras aportaciones hacen que este medio adquiera su más profundo sentido. Quienes, como yo, somos casi analfabetos en musicología, nos sentimos felices aprendiendo de vosotros y descubrimos que así se cumplen los objetivos de nuestra Asociación.
ResponderEliminarGracias!
Alejandro
“Es una gran idea, la de "rescatar" las cartas y documentos en avalancha que nuestra Asociacion ha generado en sus primeros meses. Es de agradecer la idea. La carta en concreto de Federico de Castro y el documento sobre el “Retorno de la Gran Polifonia Romana “es una autentica joya. Que nos la hayan proporcionado desde la Junta es una garantia y una gran esperanza de que la Asociacion sigue en buenas manos. Su propuesta de fortalecer la “solidaridad polifónica y polifonista “ no puede ser más acorde con la linea-fuerza de la Asociacion. Al mismo tiempo, la anécdota de la restitucion de Bartolucci y todo su contexto plantea un debate de alto nivel, que nos afecta a los nostalgicos de la Gran Musica sacra. Su entrevista, ejemplar en un hombre de 90 y tantos años, con esa viveza intelectual que dan las ideas claras es brillante., ironica y emotiva. No entro , por favor, en disquisiciones teologicas, y menos liturgicas. Entro en el estricto terreno cultural , o que él llama de anafalbetismo, falta de educacion y de cultura. El que el latin no lo entendieran los fieles fuera la causa de la supresion de los grandes monumentos musicales que inspiraron esos textos sublimes me parece de una pobreza argumental inexplicable. Sobre todo, como él dice, para ser sustituido por unos textos y unas musicas “abominables” (sic) Me siento identificado con ese ilustre Maestro vitalicio de la Capiilla Sixtina, hoy felizmente reestablecido.
ResponderEliminarJose Bailo”.
Efectivamente,se quiera o no, todo esto plantea, como dice Bailo,un debate de fondo que ojalá se hubiera hecho a tiempo sin ceder a precipitaciones. No hubiera estado mal que entonces nos hubieran, no digo consultado, pero sí, por lo menos, oído a los que habíamos dedicado los mejores años de nuestra formación a cultivar el arte de "rezar dos veces" que decía san Agustín definiendo la música. Yo no soy un nostálgico del pasado, pero estoy seguro de que me he ganado una de las primeras filas del paraiso por haber aguantado (y seguir haciéndolo) unas músicas y unas canciones "litúrgicas" que en el noventa por ciento de los casos eran (y son) el antídoto de la vera religio. Creíamos que el pueblo de Dios estaba encantado con las tatachundas que le ofrecían pastoralistas de corto vuelo; ahora nos vamos enterando de que estaban hasta las narices, y de que cualquier día pedirán el estadio Santiago Bernabeu (u otro de similar tamaño) para exigir a voces la vuelta del gregoriano... ¡Vivir para ver! Un saludo muy cordial.
ResponderEliminarFederico de Carlos