En realidad el día 21 comenzó a nacer 15 días antes, como más adelante explicaremos al redactar la crónica en versión "acústica". Ahora, sin embargo, debemos atender a los que reclaman, cuanto antes, una narración elemental de lo sucedido en ese encuentro. Nos vamos a situar en la víspera... (+)
La publicacion de varias cartas que no acerté a leer en la sobremesa de aquel día 21, todas ellas dignas de una portada y, muy especialmente, recordando los versos magistrales de Agustín, me ha parecido conveniente volver a primera página la entrada de la Crónica del 21. Perdonadme esta licencia...
La publicacion de varias cartas que no acerté a leer en la sobremesa de aquel día 21, todas ellas dignas de una portada y, muy especialmente, recordando los versos magistrales de Agustín, me ha parecido conveniente volver a primera página la entrada de la Crónica del 21. Perdonadme esta licencia...
Esto parece una novela por entregas de Honoré de Balzac o Alejandro Dumas, tu homónimo. Estamos expectantes Sigue, sigue.elam
ResponderEliminarehhh!! amigo o amiga, pon tu nombre al final del comentario para que sepamos quién lo dice. Así lo disfrutamos todos mejor. Y si te abres una cuenta en GMAIL, aparecerá tu nombre de forma automática. Bueno, si prefieres permanecer anónimo pues... también vale.
ResponderEliminarEn todo caso, te aclaro que lo de las "entregas" no es sólo una táctica (aunque también, un poco) es por aprovechar los ratos libres y por animar a otros a que cuenten su parte de la novela.
Además, como habrás visto, estoy atascado en problema técnicos.
Y, por último, si te fijas, esta forma de contar las cosas, interactiva y modificable, pretender abrir un nueva fórmula para escribir toda nuestra historia "viva". Por eso lo precede el rótulo "ESTELAS".
Querido amigo Alejandro: Soy Pilar. Vuelvo a insistir, sigue, sigue.
ResponderEliminarQuerida Pilar, por la ausencia de colaboraciones y comentarios debo pensar que ers tú la única interesada en seguir esta crónica. Así que estoy valorando la idea de completarla y enviártela a tí directamente. O contártelo por teléfono y así, de paso, me cuentas tu versión de esos días.
ResponderEliminarUn abrazo,
Alejandro
Creo que lo que ocurre es la falta de costumbre de intervenir en un blogg. Eso, unido a la timidez natural, hace que nos resulte dificil comunicar lo que sentimos.
ResponderEliminarEspero que conforme pasen los días nos acostumbremos y seamos capaces de leer y opinar con naturalidad sobre lo que nos interese. änimo y a seguir adelante. Gracias por todo. El tomo de la crónica es verdaderamente cordial. Pilar
P.D. He intentado antes escribir un comentario parecido y no he sido capaz de enviarlo. Misterio.
Puedes estarte convencido de que muchos están disfrutando como enanos de tu crónica, pero no hay costumbre de participación. Estás abriendo un camino bastante nuevo para muchos.
ResponderEliminarGracias por tus ánimos Pilu. Mañana le añado otra dosis. Ahora estoy completando la colección de DNI (recibidos en digital) para presentarlos en papel en la Consejería. La variedad de fórmulas que nuestra gente ha encontrado para enviar una imagen digital merece una entrada bien jugosa.
ResponderEliminar¡Hombre, pues me interesa!
ResponderEliminarCómo podremos agradecer a Javier Sanchez Erauskin este reportaje tan genial?
ResponderEliminarEsta mañana, por un despiste, me encontré hablando con Alejandro que me preguntó: "¿Has visto las fotos de Erauskin?" Pues nó las habíamos visto.¡Vaya gozada que nos hábiamos perdido sobre los días 21 y 22 de noviembre de feliz memoria!. Un abrazo para todos los que aparecéis en ellas. Que no se pierda ni un ápice de la alegría que nos embargó. Pilar
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQuerido JoséMa, son casilas 11 de la noche y me pillas cansado, aunque me encatarí responder ahora mismo. Lo haré mañana. En cualquier caso te adelanto que lo hago a trocitos porque no doy más de "mí". pero haré algo para no torturate leyendo desde el principio cada vez: pondré un marcador en cada nueva "entrega" y así vás directo a las novedades.
ResponderEliminarAlejandro
El relato de tus cronicas,querido Alejandro, es una pura delicia literaria, precisamente porque no te propones hacer literatura.Tu discurso es diáfono, transparente, de los que no se ven, pero traduce las incidencias del día con la precisión meticulosa de una miniatura. Nada olvidas. Todo se sucede con naturalidad, humor y a veces con intromisiones de la vida diaria en el momento de escribir. El traer a colación otras voces,además de abrir ventanas al pasado y ahondar en el "pozo de los recuerdos" nos ha permitido leer con detenimiento las perfectas décimas de Agustín. Enhorabuena
ResponderEliminarGracias a Agustín por su poema y a ti por recogerlo entero. En medio del barullo de la comida no se podía percibir el cariño,la gracia y el arte que tiene. Un abrazo muy fuerte para Agustín y su mujer. Volveremos a vernos. Lo mismo la preciosa carta de Oubel. Parece que describía lo que tantas veces me había contado Gregorio y que, por mi parte, tuve ocasión de vivir en mi Comillas particular de Huesca. Repito otra vez :sigue, sigue. Pilar
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