PEQUEÑA HISTORIA Y PRESENTACIÓN PRIVILEGIADA
Nos llegan a estas playas del Blog , unos Villancicos que nos traen en cuerpo y alma la Navidad intensa de Comillas , que saben a Schola pura y dura. Tienen su pequeña historia. Los autores de los villancicos son el P. Jose Ignacio Prieto , al que se une , con su “Villancico triste” un discÍpulo aventajado de nombre Rafael Manero. El nombre del interprete, Gregorio Azagra. ¿Os suenan? El interprete es mucho mas que interprete , se transfigura...(+)
Nos llegan a estas playas del Blog , unos Villancicos que nos traen en cuerpo y alma la Navidad intensa de Comillas , que saben a Schola pura y dura. Tienen su pequeña historia. Los autores de los villancicos son el P. Jose Ignacio Prieto , al que se une , con su “Villancico triste” un discÍpulo aventajado de nombre Rafael Manero. El nombre del interprete, Gregorio Azagra. ¿Os suenan? El interprete es mucho mas que interprete , se transfigura...(+)
An impressive post...
ResponderEliminarPilu, te lo ruego, haznos una versión ampliada. Me muero de ganas de entenderte.
ResponderEliminarBueno, pues por fin he podido escuchar los villancicos y leer el escrito de Bailo. Ambas cosas (leer y oír) con reiteración y con el "omne delectamentum" correspondiente...(ahora que el nieto duerme y en Pamplona cae la nieve nueva sobre la nieve.) Cuando os dije que había leído el escrito de José, le puse por delante lo de "maravilloso". Las palabras las usamos tanto que van perdiendo peso y textura y casi parecen muletillas. Pero ese adjetivo "maravilloso" debía tener para Cervantes una "maravillosa" resonancia interior. Haced la prueba. Yo la he hecho varias, muchas veces y no me ha fallado nunca: "siempre" que Cervantes habla del silencio, de los múltiples silencios que desfilan por el Quijote, dice: "un silencio maravilloso" Bueno, pues quisiera que lo de "maravilloso", aplicado al escrito de José, tuviera todas esas exquisitas texturas cervantinas. De la cruz a la firma. Desde "la mano (de nieve)" que arranca secretos, desconocidos, o barruntados tan sólo,, por los compositores, hasta la cita de las palabras, que se pierden entre galaxias, del propio intérprete. La audición de los villancicos, aunque ya conocía su calidad, al oír todos seguidos, me ha transportado al séptimo cielo. Alejandro se ha esmerado muchìsimo y ha hecho un trabajo espléndido con las fotos y con el sonido. ¡Qué más podíamos desear! Me hace muchísima ilusión que Pinedo vaya a oír los villancicos en África, y que sepa que Gregorio le dedica su alquimia interpretativa, y yo, letra, música, "alma, vida y corazón".Rafael Manero
ResponderEliminar19 de diciembre de 2009 06:45