he seguido con mucha emoción y no poca envidia las escenas (imaginadas) y los escenarios de vuestro encuentro. En la “portería”,,, y precisamente a la hora en que yo me dejaba envolver a vuestro lado en nostalgias comillesas:
Tanta gente a la que yo no he visto nunca, sólo dos o tres conocidos, pero con todos ellos me unía ese substrato profundo, trascendental, para lo cual nuestra lengua no tiene expresión, porque desde antiguo se le dio la mayor importancia al entendimiento, al discurso; y cuando hablamos lo hacemos todos en una lengua extraña, no es la de nuestra “patria” de hombres nostálgicos, sensibles, que buscan ante todo amor y comprensión. Eso que en el fondo todos nos callamos, incluso al mencionarlo, es lo que nos une a los comilleses, y en ese silencio somos uno.
Admiré la foto de los doce valientes cantando el “Peregrino”, al raso del paraninfo y sin tarima, me hice cargo del heroísmo de los cantores y del director. Claro que mi aparato emisor aquí es deficiente y que lo era también ahí el móvil receptor. Tal vez a ello se debió el que a las expresiones y matices que con su mímica pedía el director no respondieran adecuadamente los cantores..Los aplausos del público a lo largo de las mesas del para mí desmantelado paraninfo fueron más bien para vuestra audacia tras apenas cinco munutos de ensayo entre quienes nunca habian cantado ni juntos ni con aquel director.
Eso mismo es un testimonio más y no el de menos valor de aquellos días, una vez más expresando en lengua extraña ese “trascendental” inenarrable que os unía y nos une.
José Manuel Ruiz Marcos
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para publicar un nuevo comentario identificarse con la opción NOMBRE/URL, escribir el nombre que queremos que aparezca como autor (la casilla URL no es necesario rellenarla) y luego pinchar en el botón PUBLICAR COMENTARIO