Ya está disponible la versión digital del Repertorio Comillés. Agradecemos el trabajo de escanear cuidadosamente cada una de sus hojas, a Ramón Cubillas y Rafael Manero. Para agilizar la descarga hemos repartido el contenido en 6 capítulos. Uno más lo hemos dedicado al índice y otro contiene las obras que no figuraban en la edición anterior.
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jueves, 1 de septiembre de 2011
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Enhorabuena, Alejandro. ¡Què buen trabajo! Pueden estar contentos los de la isla de Guam. Te das cuenta al ojear las páginas del Repertorio la importancia que tuvo Otaño en la formación del gusto musical sacro de aquellos años. Yo conservo el repertorio y el libro del acompañamiento de las Eucarísticas, pero ¿Existe el acompañamiento del resto de las piezas? Esto va para los entendidos. Abrazos. Joaquín
ResponderEliminarY ahora el “repertorio comillés”, una joya
ResponderEliminarAunque solo fuera por la sección “partituras” de este blog mereció la pena la feliz idea de unos pioneros de rescatar el espíritu de la Scholla. De aquella reunión informal de agosto de 2009 partiría la fervorosa asamblea constituyente de “Amigos de la Schola) del 21 de setiembre. Y después, todo lo demás.
Insisto. Esta base increíble de música y partituras (sobre todo) o el hallazgo y comentarios de nuevos documentos, testimonios y notas “scollanas” es un logro que por si solo vale la dedicación y el empeño de tantos anónimos y no tan anónimos (Alejandro, Manero, Cubillas, Arcadio, Ruiz Marcos, Lino…) valedores.
Ahora nos regalan el “repertorio comillés”. Una joya. Y no solo como ejercicio de gratuita y discutible nostalgia, que también lo es, sino como un monumento musical de melodías incomparables que uno creía totalmente perdidas. Cierto que abundan las melosas y relamidas, empañadas además y casi siempre por unas letras impresentables. ¡Menos mal que solo se recoge el nombre de los autores musicales y no el de los poetastros que el Dante hubiera condenado al peor de los infiernos!
Aquí quedan abiertas melodías exquisitas de Otaño, Iruarrizaga, Prieto, Beobide… y hasta las de un compadre Erauskin autor de aquel “Divina Virgen, radiante estrella..”. Conste que también está el recuerdo de melodías que algunos destrozábamos a ciencia y conciencia. Sin ir mas lejos aquella de “Que amores son estos DIOS!” machacado el “dios” con acento de mozo de la ribera. O los arrastres lamentables del “Dueño de mi vida” que, no sé por qué, me sugerían siempre el caminar de bueyes perezosos…
Tampoco quiero cebarme en las letras. No me resigno a recordar, por ejemplo, una despedida a la Virgen, de Otaño “Madre divina, madre de amor, adiós señora, adiós, adiós” que se continuaba con un inenarrable “Cuando el silbido dulce y falaz-de los placeres me incite al mal…” recuerdos perdidos y bien perdidos del pasado… Pero por encima de todo triunfa la música, incluso la modesta del “Repertorio” que se une al gran tesoro de pentagramas que es nuestro “Auditórium”. Gracias a todos los que contribuís a que siga vivo.
Ah!, Alejandro, cuenta, desde luego conmigo para el cercano encuentro de Comillas. Allí estaremos con amigos a los que nos unen lazos no solo musicales sino, con algunos, de verdadera amistad.
Javier S. Erauskin
Acabo de descubrir esta página y sólo puedo expresar mi agradecimiento por esta iniciativa tan magnífica. Tengo 75 años y usé canciones del repertorio allá por los años 60. Siento nostalgia y emoción al haber recobrado una parte de mi pasado.
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