Tras el impacto emocional del viernes en el primer contacto: algunos cientos de kilómetros de viaje; 50 y más años sin cantar en coro (la mitad nunca de voz grave); compañeros, directores y lugar de ensayo desconocidos... al día siguiente, en Ruiloba y sentados, empezábamos a sonar como un coro "ensayante".Atención al final del video: la cámara de Xabier enfoca solemnemente las baldosas y se oye una voz clara de buen tenor "os puedo decir que yo soy un fan de Silos..." y tras las risotadas, alguien (yo mismo) grita "¡¡vivan los de Bilbao!!"
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