En las piezas de polifonía menudearon los tropiezos: nos habían fallado la mayoría de tenores primeros, no dominábamos las partituras, faltaba cohesión entre las voces y de las voces con los directores... Por si fuera poco, como escribía Juan Vicente Gallastegui, "...el último hilo de voz se me quedó en el ensayo definitivo de Ruiloba y, en la iglesia, por falta de luz (o de vista!) apenas veía las partituras..."
Pero al final llegó la Estrella que nos iba a guiar en los últimos compases para acabar, como dijo Joséma que quería Prieto, todos a la vez.
ver video >>
Rumarcos dijo...
Hola, hola, al fin se va descubriendo la verdad, en esta revelación del Secretario, que más que revelar nos desvela el secreto.Me lo imagino todo, hasta ese apagarse la voz después de someterla a horas de ensayo tras años de pasividad. Fue una atrevimiento de todos, directoresn y cantores y hubo un público emocionado y comprensivo ante el "in dulce jubilo" del coro de jubilados.Que conste que eso de "acabar todos a la vez" sólo lo dijo el padre Prieto una vez, cuando llegó del frente de guerra y nos dirigió, guapísimo vestido de uniforme, mi primera semana santa en 1939.Tampoco conocí nunca eso que algunos citan de dejarse caer en el sillón, durante un ensayo y decir que la habían clavado una espada o cosas así. En mi tiempo era un jovencito sin esos excesos y con unos arrestos que los más de vosotros no pudisteis conocerJosé Manuel Ruiz Marcos
lunes, 23 de agosto de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hola, hola, al fin se va descubriendo la verdad, en esta revelación del Secretario, que más que revelar nos desvela el secreto.Me lo imagino todo, hasta ese apagarse la voz después de someterla a horas de ensayo tras años de pasividad. Fue una atrevimiento de todos, directoresn y cantores y hubo un público emocionado y comprensivo ante el "in dulce jubilo" del coro de jubilados.
ResponderEliminarQue conste que eso de "acabar todos a la vez" sólo lo dijo el padre Prieto una vez, cuando llegó del frente de guerra y nos dirigió, guapísimo vestido de uniforme, mi primera semana santa en 1939.Tampoco conocí nunca eso que algunos citan de dejarse caer en el sillón, durante un ensayo y decir que la habían clavado una espada o cosas así. En mi tiempo era un jovencito sin esos excesos y con unos arrestos que los más de vosotros no pudisteis conocer
José Manuel Ruiz Marcos
Yo lo recuerdo perfectamente; estábamos ensayando no sé qué responsorio de Semana Santa y os juro que al lado de cómo sonaba aquello, lo del coro del ensayazo parecía el Orfeón Donostiarra. Entonces dijo Prieto: "Tengo como una espada que me entra por aquí (señaló el pecho)y me sale por aquí (señaló la espalda)" y se desparramó en el sillón con los ojos en blanco como si hubiera entrado en trance. Yo por aquella época tenía un problema importante y era que en los momentos peores me daba una risa nerviosa que no podía dominar y terminaba contagiando a todos. Cuando yo estaba a punto de reventar, sin proponérselo, vino en mi ayuda el hermano Prieto, que mirándole por encima de las gafas (nunca entendí muy bien para qué las llevaba)empezó a tocar el responsorio como queriendo ayudar; entonces Prieto volvió al mundo real y le increpó: "¿Y ahora tú qué haces?" y dirigiéndose a nosotros dijo: "Hala, todos fuera" y nos mandó a tomar... el recreo.
ResponderEliminarLo que ocurre, Rumarcos, porque para mí eres Rumarcos, es que tú andabas ya en esa época diciendo misas a diestro y siniestro y yo hacía poco que había entrado en la fábrica de curas. Por cierto, hace poco que he terminado de leer tu novela ("amores convexos") y tengo que decirte que escribes estupendamente; ahora me toca comprar la segunda y disfrutarla.
Vaya con Lino, creí que ibas a dar algún detalle más de mi "Amores convexos" Crees que merece la pena? Cómo se sintió tu alma comillesa al leerme? Hay discrepancias, distorsiones, irritaciones, escándalos? Un cura ovetense, que es miembro del Consejo de la editorial LARIA me dijo que ese libro un documento importante para la Historia sobre la educación religiosa y sexual en el periódo de la posguerra.Y es que esa novela es historia, ayudada por la ficción, porque la Historia tiene muchas maneras de hacer memoria y de hacer que lo histórico alcance a ser leído.
ResponderEliminarSi no te avienes a dar tu parecer en público me alegraría que me lo dieras privadamente y te sugiero que me des tu número de teléfono(de red) a mi dirección:
rumarcos@gmail.com
y yo te llamaré por mi cuenta para gustar contigo del"donoso escrutinio".
José Manuel Ruiz Marcos