sábado, 28 de agosto de 2010

Pequeña travesura

No hay tanta diferencia y menos si se tienen en cuenta las circusntacias:

Velum templi, 50 años después >>

6 comentarios:

  1. Je,Je ¡¡¡ Como broma no está mal, Alejandro. La próxima vez seguro que nos queda tal cual. Viendo esto se da uno cuenta de la altura extraordinaria de la "Schola" de Prieto.
    Pero se pueden ver con humor estas "translaciones".
    Un abrazo para los esforzados del 14 de Agosto de 2010 que quedará en nuestro recuerdo para siempre.
    Luis Miguel León Montoya

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  2. Amigo Luismi, la verdadera altura extraordinaria de la Schola, creo yo, es haber alumbrado gente que, sin haberse visto nunca antes, con 3 horas de ensayo (¿cuánto le tocaría al "Velun templi"? 5 ó 6 minutos?), sin conocer apenas al director, interprete esa obra con la misma profundidad e idéntico "tempo" (1 segundo hay de diferencia entre las dos versiones), 50 años después. Para mí es digno de asombro.
    ¿O no?

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  3. Estaba yo con los auriculares tocando el piano y, de pronto, Mari Ángeles ha puesto el Velum templi. Echo un vistazo y veo que hay un ligero "decalage" entre la imagen y el sonido. Las bocas no se corresponden con la sílaba que está sonando. Por otra parte el gesto del director da la impresión de caer en el vacío. además los tenores suenan sorprendentemente bien. ¿Qué ha pasado? Volvemos al blog y veo la nueva entrada. Es una travesura. Esta noche, gastaremos a Natxo la broma del nuevo montaje, como si fuera el del concierto que él todavía no ha visto.

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  4. Alejandro, eres un... (elogio inmerecido). Tu travesura está "bene trovata". Natxo
    parece que navega entre nnbes. Tu travesura puede pasar a las mejores
    antologías del humor. Un abrazo

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  5. Gregorio, no me provoques... bien sabes que borrando o duplicando fotogramas puede conseguirse un ajuste perfecto ente el compás y los gestos, pero la broma perdería gracia.

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  6. Lo he visto con unos días de retraso pues he estado de viaje. Pero coincido con lo que decís: Tras un momento de "desconcierto" pues, al no haberme fijado en el título, notaba algo raro pero no sabía qué era, me he dado cuenta y me he reido mucho. Efectivamente es una travesura muy divertida...Y es cierto que también nosotros fuimos un poco traviesos al atrevernos a cantarla en las condiciones de improvisación que Alejandro resalta. Pero está claro que, como dice el dicho, "el que tuvo retuvo..."

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