Este año estamos celebrando el IV centenario de la muerte de Tomás Luís de Victoria. Arcadio se ha preocupado de recordármelo, enviándome la programación de conciertos que, por este motivo, se han organizado en toda España. Por otra parte, en la reunión de socios, que tuvo lugar en Comillas el pasado día 17 de septiembre, Lino sugirió la posibilidad de escanear para el blog lo que él llamaba “el Libro Negro de Victoria”: aquel famoso libro, que aparecía como entronizado en cada asiento abatible de la Sala de Música., y que en nuestra juventud abrimos innumerables veces para interpretar su música.
Uniendo estas dos sugerencias, se me ocurre pensar que esa publicación en el blog pudiera ser nuestro mejor homenaje a T. L. de Victoria y, al mismo tiempo, el merecido reconocimiento al valor de esta edición en la que Prieto vertió todo su saber como director e intérprete de su obra.
Del prólogo destaco este párrafo:
“Hemos procurado también presentar las obras (de Victoria) con toda clase de detalles de interpretación y signos de expresión para facilitar en lo posible a los directores la labor en los ensayos. La experiencia de casi cinco lustros en las diarias tareas de la dirección coral y el continuo contacto con la producción de Victoria a la que hemos consagrado nuestro cariño y nuestro tiempo...( + )
Rafael Manero
sábado, 8 de octubre de 2011
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Increíble, me parece estar frente a un tesoro que tantos como ustedes tuvieron el privilegio de tener entre sus manos en aquellos años.
ResponderEliminarExcelente trabajo
¡Magnífico trabajo de Rafael Manero y Alejandro Rivas! No podíamos hacer mejor homenaje a Victoria en su centenario. La publicación del que yo siempre llamé "Libro Negro" es un hito más en la recuperación de nuestra nostálgica memoria... ¡¡Gracias!!
ResponderEliminar¿Es ese Libro Negro el que usábamos por los años 38-47? Nuestras partituras, tal vez ya en un libro que no recuerdo como “negro” pero pudiera ya serlo,parecían editadas en Alemania, pues todas las observaciones para la ejecución musical dentro de la Liturgia (repeticiones, nuevas entradas, etc.) estaban como notas al pie y en lengua alemana.¿Quién me saca de dudas?
ResponderEliminarJosé Manuel Ruiz Marcos
Como verás por el prólogo firmado por Prieto, esta antología la editó en 1947 y no hace alusión a ninguna publicación anterior que fuera origen de ésta. Los "detalles de interpretación y signos de expresión", que figuran en esta edición, parecen ser fruto de su propia experiencia. "La experiencia de casi cinco lustros en las diarias tareas de la dirección coral y el contínuo contacto con la producción de Victoria a la que hemos consagrado nuestro cariño y nuestro tiempo nos ha facilitado esta delicada labor". No tengo ni idea de qué tipo de partituras empleaba la Schola antes de que Prieto se decidiera a editar esa Antología, que fue la única que conocimos y la única que utilizó la Schola a partir de ese año. Rafael.
ResponderEliminarEs el día de hoy que aún me tiemblan las piernas recordando aquel Viernes Santo en que Prieto se bajó de su tarima, me arrebató el Victoria y me puso a su lado durante el resto del Caligaverunt ante la mirada atónita de los que escuchaban desde las capillas laterales y todo por no mirar una entrada, ser pequeño y estar en la primera fila de los contraltos.De nada me sirvió ser asturiano y llamarme Prieto.
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