Fue Miguel Angel López Aguirrezabalaga (el primer apellido vasco que aprendí a pronunciar sin atascarme), compañero de curso recuperado tras 50 años..., y su encantadora mujer, Angelita, quienes me avisaron de la jornada de visita pública. Ellos hicieron las gestiones en el Ayuntamiento para "apuntarse" y allí quedamos. Con las prisas, y la Cardosa por medio, casi me asfixio... pero llegué. A Miguel Angel, como llevaba además de a Angelita, otra acompañante con muletas, le dejaron subir en coche (qué morro!).
Más de una hora visitando rincones (algunos, el aljibe, por ejemplo, no los había visto nunca.
Al final obsequios de la Fundación Comillas (camisetas y libros con preciosas fotografías..). No, refrescos no, aunque hacía un sol de justicia.
Ya os contaré más detalles.
Ahora podéis pasar a ver las fotos.
Ah! Por razones técnicas las fotos que aparecen tienen una resolución idónea para internet pero no es adecuada para imprimir. Los originales que guardo tienen una resolución 4 veces superior y si alguno quiere tener una versión impresa de alguna de las fotos, me la pide y se la envío.
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lunes, 31 de mayo de 2010
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¡Magnífico reportaje fotográfico! Me gustaría saber si se puede visitar y qué procedimiento hay que seguir.
ResponderEliminarGracias, Alejandro.